BUSCANDO A DORY de Disney•Pixar, vuelve a recibir en la pantalla grande a Dory, la olvidadiza pez cirujano azúl favorita de todos, que está viviendo felizmente en el arrecife con Nemo y Marlin. Cuando Dory repentinamente recuerda que tiene una familia que podría estar buscándola, recluta a Marlin y a Nemo para emprender una aventura que les cambiará la vida y los llevará a través del océano hasta el prestigioso Instituto de la Vida Marina, un centro de rehabilitación y acuario en California. Mientras intenta encontrar a sus padres, Dory consigue la ayuda de los residentes más fascinantes del Instituto: Hank, un pulpo cascarrabias que a menudo se escapa de los empleados; Bailey, una beluga, que está convencida de que su capacidad de ecolocalización está estropeada; y Destiny, un tiburón ballena miope.
Dory y sus amigos navegan hábilmente el complejo circuito interno del Instituto de la Vida Marina y descubren la de los defectos, amistades y familia.
Los realizadores tenían muchas ganas de responder preguntas sobre el pasado de Dory. “Ella tiene ese deseo natural de saber quién es y de dónde viene”, dice el director Andrew Stanton. “Siempre tuve ideas sobre la historia de Dory, y decidimos que había llegado el momento de explorarla con ella”.
“La pérdida de memoria a corto plazo de Dory, si bien antes era una fuente de comedia, tiene consecuencias muy reales para ella”, afirma la productora Lindsey Collins. “Pasó mucho tiempo sola antes de conocer a Marlin. Siempre está alegre y animada, pero, en el fondo, tiene miedo de lo que podría suceder si vuelve a perderse. Si bien lucha por lidiar con sus limitaciones, no tiene problema en aceptar a quienes se encuentra. Ni siquiera se da cuenta de que está rodeada de personajes que tienen obstáculos propios que deben superar”.
“En realidad, la historia se trata de Dory encontrándose a sí misma en todo sentido”, agrega Stanton. “Ella es cautivadora y vulnerable, pero todavía no ha reconocido su propio superpoder”.
BUSCANDO A DORY incluye un elenco de voces famosas: volvemos a dar la bienvenida al mar a Ellen DeGeneres (“The Ellen DeGeneres Show”) y a Albert Brooks (“This is 40”) como los peces favoritos Dory y Marlin. Ed O’Neill (“Modern Family”) da la voz al pulpo de siete tentáculos Hank; Kaitlin Olson (“It’s Always Sunny in Philadelphia”), al tiburón ballena Destiny; y Ty Burrell (“Modern Family”), a la beluga Bailey. Los padres de Dory, Charlie y Jenny, reciben las voces de Eugene Levy (“Schitt’s Creek”) y Diane Keaton (“Love the Coopers”). Y Hayden Rolence (“Beta Persei”), de 12 años, se incorpora para ayudar a dar vida a Nemo.
La película, dirigida por Stanton (“Finding Nemo”, “WALL•E”) y codirigida por Angus MacLane (“Toy Story OF TERROR!”), cuenta con la producción de Collins (coproductora de “WALL•E”) y la producción ejecutiva de John Lasseter. Con música de Thomas Newman, experimentado compositor y colaborador de larga data de Stanton (“Bridge of Spies”, “WALL•E”, “Finding Nemo”), BUSCANDO A DORY de Disney•Pixar, llega nadando a los cines el 17 de junio de 2016.
TODAVÍA NADANDO
Casi 13 años después del debut de Dory en aguas profundas, los realizadores vuelven a zambullirse
La historia es lo principal para Pixar Animation Studios. Ya sea que una película presente nuevos personajes o retome las historias de viejos amigos, todo comienza con una historia que debe ser contada.
Si bien la conclusión de “Buscando a Nemo”, la película de 2003 que ganó el premio Óscar®, dejó perfectamente satisfechos a cineastas y fanáticos, había algo que resonaba en las profundidades de la mente del director Andrew Stanton, aunque no salió a la superficie hasta hace unos años. “Me di cuenta de que estaba preocupado por Dory”, cuenta. “La idea de su pérdida de memoria a corto plazo y la forma en que la afectaba no se habían resuelto. ¿Y si se perdiera de nuevo? ¿Estaría bien?”.
La productora Lindsey Collins agrega: “Dory parece tan feliz, pero, en realidad, nunca estuvo bien centrada hasta que conoció a Marlin. Su encuentro por accidente, y la amistad que surgió de ello, marcaron la primera vez en la que ella tuvo familia desde que era pequeña”.
La familia es un tema central en “Buscando a Dory”. “Cuando conocemos a Dory por primera vez, nos enteramos de que no recuerda de dónde proviene”, dice Stanton. “Pero debe tener una familia. Como ella dijo: ‘¿Dónde están?’. Su confusión nos hizo reír, pero eso implica una triste verdad. Sabía que había una historia que valía la pena contar”.
Según Stanton, el equipo que se ocupó de la historia mostró a Dory como alegre, llena de vida y graciosa, atributos que ciertamente se aplican al personaje, pero que le dieron poca profundidad. “Parecía un poco bidimensional”, afirma el director. “Me di cuenta de que, aunque tenía su historia completa en mi cabeza, nadie más la conocía, lo que incluía al público. Después de ‘Nemo’, todos se quedaron con lindos recuerdos de cuán graciosa es. Pero siempre vi eso como una máscara. Me di cuenta de que teníamos que contarle al público qué le sucedió cuando era joven”.
La historia se retoma un año después de que Dory y Marlin viajaron por el océano para encontrar a Nemo. Una enorme migración de rayas pasa por su vecindario, lo que dispara la memoria de Dory. “La experiencia le resulta muy similar a un evento que la separó de sus padres hace mucho tiempo”, explica Stanton. “La inundan los recuerdos y, de pronto, tiene muchas ganas de ubicar a su familia”.
Para mantener el impulso de Dory de encontrar a su familia, los realizadores primero tuvieron que entender sus problemas de memoria. Collins dice: “Aunque Dory olvida detalles de su vida cotidiana —como el nombre de Nemo—, su memoria emocional está bien: sabe que ama a Nemo y a Marlin. Y el amor que siente por sus padres ha estado con ella todo el tiempo”.
Según el codirector Angus MacLane, el recuerdo repentino marca el comienzo de una nueva aventura. “Da comienzo a una búsqueda —tanto interna como externa— para tratar de encontrar a su familia”, dice. “Pero Dory siente que no puede hacerlo por su cuenta, de manera que convence a su nueva familia, Marlin y Nemo, de que la acompañen”.
EN LA MIRA
Los personajes principales se profundizan en BUSCANDO A DORY
Dory, Marlin y Nemo emprenden una nueva aventura a la costa de California para hacer una búsqueda incierta de la familia que Dory cree que dejó atrás. Su viaje los lleva al Instituto de la Vida Marina, donde conocen a un diverso grupo de criaturas marinas. “En verdad es un capítulo totalmente nuevo esta vez”, dice el director Andrew Stanton.
EL REPARTO
Dory es un pez cirujano azul brillante con una personalidad alegre. Ella sufre de pérdida de memoria a corto plazo, lo que, generalmente, no afecta su actitud animada, hasta que se da cuenta de que se olvidó de algo importante: su familia. Con Marlin y Nemo, encontró una nueva familia, pero la angustia pensar que alguien allí afuera la está buscando. Tal vez, Dory tenga problemas para recordar exactamente qué —o a quién— está buscando, pero no se dará por vencida hasta destapar su pasado y descubrir otra cosa en el trayecto: aceptación propia.
Marlin puede haber viajado por el océano una vez, pero eso no significa que quiera volver a hacerlo. Así que no se muestra exactamente entusiasmado de acompañar a Dory en una misión a la costa de California para encontrar a su familia. Claro que Marlin sabe cómo se siente perder a la familia, y fue Dory quien lo ayudó a encontrar a Nemo hace no mucho tiempo. Quizás el pez payaso no sea gracioso, pero es fiel: se da cuenta de que no tiene otra opción más que empacar su energía nerviosa y escepticismo y emprender otra aventura; esta vez, para ayudar a su amiga.
Un año después de su gran proeza en ultramar, Nemo volvió a ser un pequeño normal: va a la escuela y vive en el arrecife de coral con su papá y su vecina Dory, el pez cirujano azul. Su horroroso incidente en el exterior parece no haber debilitado su ímpetu. De hecho, cuando Dory recuerda partes de su pasado y desea embarcarse en una ambiciosa travesía por el océano para encontrar a su familia, Nemo es el primero en ofrecer su ayuda. Puede que sea un pez payaso joven con una aleta de la suerte, pero Nemo cree en Dory con todo su corazón. Después de todo, él entiende lo que es ser diferente.
Hank es un pulpo. En realidad, es un pulpo con siete tentáculos: perdió uno —junto con su sentido del humor— en algún momento. Pero Hank es tan competente como sus compañeros de ocho tentáculos. Hank es un consumado escapista que, además, tiene la capacidad de camuflarse y es el primero en saludar a Dory cuando se encuentra en el Instituto de la Vida Marina. Pero, no hay que confundirse: él no está buscando amigos. Hank sólo quiere una cosa: un boleto en un camión de transporte a un centro acogedor en Cleveland en donde podrá disfrutar una vida pacífica de soledad.
Destiny puede ser una nadadora torpe, pero tiene un gran corazón. Tiene todo grande; de hecho, los tiburones ballena son los peces más grandes del océano. Destiny vive en el Instituto de la Vida Marina y, un día, cae en su piscina Dory, un pez cirujano azul que le resulta extrañamente conocido. A Destiny, ciertamente, la avergüenza su falta de gracia, una consecuencia de su mala vista, pero Dory piensa que nada muy bien. Y Dory está encantada de descubrir que su amiga de gran tamaño también habla cetáceo.
Bailey es la beluga residente del Instituto de la Vida Marina y está convencido de que su capacidad de ecolocalización está estropeada. La buena noticia —o mala, depende de a quién se le pregunte— es que los médicos del MLI no parecen encontrarle nada defectuoso. La vena dramática de Bailey nunca deja de molestar a su vecina: parece que el tiburón ballena Destiny no puede comunicarse con él, sin importar cuánto lo intente. Tal vez, Bailey escuche a una amiga nueva, Dory, que parece estar llena de alocadas ideas.
Jenny y Charlie harían cualquier cosa por su única hija, Dory. La homenajean y la protegen, y se esfuerzan por darle las habilidades que necesitará para sortear el mundo con su mala memoria. Jenny puede parecer alegre y un poco caprichosa, pero es una madre protectora y un inteligente modelo a seguir. A Charlie le gusta bromear, pero no hay nada más importante para él que enseñarle a sobrevivir a su hija con problemas de memoria.
EN EXTERIORES
Una Aventura Completamente Nueva Conduce a Nuevos Mundos Salvajes
BUSCANDO A DORY regresa al rico entorno submarino que se presentó al público en “Buscando a Nemo”, de 2003. Según el director Andrew Stanton, los realizadores se enfrentaron a un desafío curioso. “Nuestra tecnología avanza mucho con el tiempo —explica—, pero estamos comprometidos con el aspecto, el estilo y el diseño de producción de la película original. Así que tuvimos que introducir las mejoras a escondidas. Nuestra iluminación es más compleja. La flora y fauna tienen más detalle.
“Por suerte, el aspecto nos salió bien en la primera película, incluso sin toda la tecnología que tenemos hoy en día”, continúa el director. “De alguna forma, encontramos ese punto óptimo en que hicimos que el público sintiera como si estuviera debajo del agua, y eso es algo que nos hacía feliz imitar”.
Aunque BUSCANDO A DORY comienza en el conocido arrecife de coral donde viven Marlin y Nemo, se adentra hasta la costa de California y el corazón del Instituto de la Vida Marina. Si bien los realizadores mantuvieron el estilo del mundo de hace más de una década, crearon nuevos escenarios llamativos que el público todavía no ha experimentado.
DÓNDE ESTÁ DORY
El arrecife celebra la diversión, la familia y las comodidades del hogar. El coral y las algas de colores vibrantes protegen a Marlin, Nemo y la integrante más nueva de su familia, Dory —al menos, hasta que empiece su nueva aventura—. “El arrecife de coral es una versión ligeramente más sofisticada y más dinámica de la que vimos en la primera película —dice Stanton—, pero no pasaremos mucho tiempo allí”.
El bosque de algas está ubicado justo en las afueras del Instituto de Vida Marina. Es turbio, pero mágico, con rayos de sol que se entremezclan con los altos tallos de las algas marinas. “Siempre nos encantó la idea de un bosque de algas”, cuenta Stanton. “Es tan impresionante. Es como un bosque de secuoyas debajo del agua”.
El codirector Angus MacLane agrega: “El bosque de algas fue increíblemente difícil de crear en la computadora —en especial, crear efectos de agua realistas alrededor del bosque—; no hubiera sido posible en la época de ‘Buscando a Nemo’. Pero ahora, armados con nuevas herramientas de iluminación y renderización, pudimos crear una luminosidad más realista en toda el agua, que ayudó a mejorar la credibilidad del bosque como un entorno”.
El Instituto de la Vida Marina es un centro de rescate y rehabilitación, y un acuario excelente. El Instituto es muy grande; tiene una selección de piscinas y muestras educativas. “Es realmente progresista y se dedica a la conservación”, dice Stanton. “Quieren educar al mundo sobre la vida marina y cómo está integrada en nuestra existencia en el planeta”.
Pero lograr el aspecto del Instituto no fue fácil, agrega el director. “Cuando estás en una caja de vidrio que tiene agua, los reflejos se distorsionan de una manera muy extraña. Quiebran la imagen. Todos conocemos el aspecto resultante —el público lo espera—, pero no pensamos en ello conscientemente. Por suerte, pudimos usar la tecnología que tenemos disponible hoy en día para hacer refracciones y reflejos en una forma creíble”.