Sandy Bodecker es una leyenda dentro y fuera del mundo de las zapatillas, después de 36 años de trabajo en Nike. Acaba de fallecer en Bahamas, tras décadas de lucha con el cáncer de garganta, a los 66 años.
Los que tuvimos el placer de conocerlo y llamarlo amigo no podemos dejar de resaltar su calidad humana que inspiró a cientos de jugadores claves en la industria del deportes, su inmensa generosidad con deportistas, artistas, periodistas y la primera persona que usó con nosotros hace 20 años el mote de “influencers”, y su impactante humildad que siempre lo diferenció de gerentes de la competitiva industria del calzado mundial.
Fue uno de de los pioneros dentro de Nike de apoyar el skate como deporte, primero con Nike 6.0 y luego al crear la sub-marca Nike SB, que muchos bromeaban que SB eran por sus inicales, pero que nunca podrían haber existido sin él y su visión rupturista.
Fue responsable de la incursión del gigante de Oregon en el fútbol hace menos de 20 años y haber firmado a la selección brasileña de fútbol y a Boca Juniors en nuestro país, convirtiendo a Nike en uno de los líderes en indumentaria, accesorios y botines en el mundo del deporte redondo.
Lideró el equipo que transformó a Nike Sportswear en NSW, y su visión permitió colaboraciones aún muy buscadas con mítícas marcas como Supreme y los asiáticos Clot, más las alucinantes colaboraciones con artistas de la talla de Kaws, Michael Lau, Futura y graffiteros como Os Gemeos, Krink, Pushead y Stash.
Organizó los inigualables eventos por los 25 años de las Air Force 1, “One night only” en Nueva York en el 2007 y los eventos pre-Juegos Olímpicos de Beijing en China, que dejaron una vara difícil de igualar. Y recientemente implementó el proyecto BREAKING2 para bajar el tiempo de la maratón en menos de dos horas, que se transformó en las zapatillas Vaporfly para las masas.
Ha visitado su bien amada ciudad de Buenos Aires, donde no dejaba de profesar su amor por Bariloche y su alrededores, que hasta se compró un lodge de pesca del otro lado de la cordillera. Coleccionista incansable de t-shirts y con la teoria que compartimos que las mejores bajistas de rock eran mujeres, dejó una pista de skate cubierta y un estudio de grabación en una vieja fábrica de chocolates para su querida ciudad de Portland en Oregon.
Un soñador con andar medio hippie pero con actitud simil punk que siempre vamos a recordar en nuestros corazones remix. Viva Sandy!