Blade Runner @Pistorius

Un día común y corriente de oficina, sentado tras mi computadora, me sorprenden con una propuesta. Y no era una mas, una de esas que simplemente puedes dejar pasar o hacer oídos sordos…

Escuché atento a cada uno de los ítems y poco a poco, la ansiedad se transformaba en una inmensa alegría, de esas que no pueden controlarse. No solo debía viajar a Punta del Este con todo un súper equipo de profesionales sino que además, iba a conocer “face to face” a Carl Lewis & Oscar Pistorius. Para una persona que nada tiene que ver con el universo deportivo quizás no sea un gran programa, para un entendido en la materia se trataba del sueño de su vida, para mí, todo un desafío laboral y emocional que aún no puedo describir sólo con palabras! Generalmente, ante episodios inesperados acudo excitado al celular para telefonear a algún amigo que ayude a canalizar mi ansiedad pero ese día llamé a mi bro “Mariano” que sabe de deportes (y de títulos de películas!) como nadie sobre la fas de la tierra. El fue quien pudo ponerle palabras a lo que sería el encuentro del siglo, más allá de relatarme a viva voz cada uno de los logros de semejantes personajes. Ahí entendí que se trataba de una experiencia única, que me convertían en un privilegiado. Y no pasaron unos pocos minutos (literal!) para que llame mi padre para recrear nuevamente toda la conversación.

Oscar Pistorius se levantó una mañana en un hotel de Nueva York y,con la biblia en sus manos, se tatuó un fragmento del pasaje en su espalda.

Era un hecho, la excitación se había vuelto masiva… “El corredor más rápido del mundo”; “El corredor de las piernas de acero”; “Historia y Presente”; “Legado y Promesa” eran las frases célebres que revoloteaban en mi cabeza. Y de allí surge una brillante idea, una que hoy ya no es novedad, una que hoy se instaló en el imaginario colectivo, una que hoy recorrió las portadas e innumerables páginas de los diarios y revistas más importantes del país… Y el mundo! Pero que antes de todo el frenesí era una idea, una instancia de producción a lograr. Debíamos buscar un hilo conductor, un elemento que haga del encuentro entre los épicos atletas una novedad y que, desde nuestra editorial, marque la diferencia! Y es entonces cuando Tuti sugiere “Qué Lewis le entregue la posta a Pistorius”. Antes de partir, ya teníamos todo resuelto, o casi todo. Teníamos LA IDEA, la posibilidad (gracias a Nike) de generar el encuentro y recrear nuestra brillante situación y había equipo, de esos que te dan ganas de más, de gente con la que uno elige volver a trabajar, con profesionales en mayúsculas. Pero nos faltaba el elemento clave: La Posta!. Y fue ahí donde improvisé nuevamente como productor y acudí a quien sabía que podía ayudarme y que lo haría con dedicación, calidad y la mayor de las discreciones: “Papá Raúl”, mi papá!. La posta color oro “hand made” en honor a Lewis y Pistorius era un hecho. Una brillante idea se había materializado. Y Pablo Franco detrás del lente marcó la diferencia. Es por ello que nuevamente entre nuestras páginas (Y en tapa!) re-aparece el célebre Pistorius que, además de encantador es un verdadero modelo a seguir. Portador de un carisma infinito, es el responsable de que las “diferencias” sean mentales y no físicas, el vivo ejemplo de que no se necesitan piernas para correr sino una voluntad incorruptible. Y como todo luchador ha alcanzado su recompensa: Londres 2012! Y en categoría Olímpica… “Porque las diferencias son mentales”. Gracias Totales!!!

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