El punto de partida es el vestido A representativo del París de los 60s. Desde esta pieza, se construyen los característicos monos y la sastrería tan representativos de Evangelina, como los pantalones, faldas, vestidos cortos…
Largos y tops.La noche se vuelve más etérea y acompaña las formas del cuerpo pero sin tocarlo. En algunos, la asimetría, genera ruedos irregulares remarcados por una composición bicolor de blanco y negro. La sastrería, de hombros y cintura marcados, muestran a una mujer poderosa, capaz de conseguir todo lo que se propone. Los pantalones se achupinan cuando su parte de arriba merece la atención y se vuelven “flare” cuando quién manda es su misma presencia. Los monos, clásicos de Evangelina Bomparola, muestran piel a través de calados en la cintura o en el escote en combinación de los tonos blanco y negro. Y en negro y blanco, los zapatos de Sarkany con plataforma y taco cuadrado, perfeccionan el sofisticado minimalismo del universo Bomparola.
FOTO: Candelaria Gil
ESTILISMO: Sergio Barbaro
MAKE UP: Estefania Novillo para YSL
PELO: Lucas Barbolla para Estudio H
MODELO: Sofia Krawczyk