Los viajes de Chanel por el sur de Francia, cada años más extravagantes.
Alrededor de esta época del año, cada año, Chanel logra movilizar a la gran mayoría de los fashionistas mundiales a locaciones extremadamente lujosas, el año pasado en Saint-Tropez y ahora en Antibes. El sur de Francia siempre va a tener ese magnetismo hacia el jet-set mundial con glamour, lujo, elitismo y el sentimiento de estar en una pequeña aldea de pesquedores rodeado de autos que podrían saldar la deuda externa de mucho paises.
Lo interesante de esta nueva producción de Karl Lagerfeld para Chanel es la más que notoria ausencia de diversidad racial en el desfile. Parece ser que el mundo de Antibes y la gente que compra Chanel Cruise solo viven en Jutlandia. Rubios, blancos y altos era la caracteristica predominante y dos modelos asiáticas en todo el show, quizá para darle una nota de color a todo el espectaculo.
La pieza más criticada de la colección fue la bota-sandalia, una mezcla entre una ojota y una bota, la OJOBOTA. Tim Blanks de Style.com las describió como la pieza para la mujer que ya tiene todo lo que su corazón desea, pero hay deseos que deben mantenerse sin satisfacer.
Texto: Gabriel Moncayo Asan