Fueron dos noches mágicas, donde 100 mil personas se metieron en una nueva burbuja en el tiempo para celebrar las canciones de Soda y el talento de Gustavo Cerati. Una magnífica y bien lograda idea de Charly Alberti y Zeta.
Por Marcelo Fernández Bitar
El sábado 18 y domingo 19 volvió a revivir con todo la Sodamanía, esta vez en el Campo Argentino de Polo, donde 100 mil personas disfrutaron del increíble espectáculo creado por Charly Alberti y Zeta para celebrar las canciones de Soda Stereo.
La apuesta era difícil, llena de riesgos y servida en bandeja para los críticos y haters, dada la ausencia del líder, cantante y guitarrista. Sin embargo el resultado fue espectacular, a la altura del mito y con la presencia del bajista y el baterista original, además de cuatro músicos vinculados a la historia de Soda y 12 cantantes muy especiales.
Gracias Totales es una experiencia multisensorial donde la realidad y la virtualidad se entrecruzan permanentemente, con una poderosa banda de rock tocando en vivo y una serie de situaciones pregrabadas y proyectadas en pantallas de dimensiones monstruosas. Es más que un recital, más que un programa de tv, más que una proyección. Es una muestra del signo de los tiempos y la tecnología aplicada a la emoción y cariño por un legado que atraviesa tres generaciones de fans.
Un factor clave, golpe directo al corazón, fue la acertada idea de no sólo proyectar en video a los cantantes que por cuestiones de agenda no pueden estar presentes en cada show, sino también al mismísimo Cerati, que canta el primer tema junto a toda la banda (“Sobredosis de TV”) y también aparece en momentos donde solo quedan Charly, Zeta… y él (“Fue” y “Primavera 0”).
Las inmensas pantallas, las tremendas luces y el techo que desciende y asciende como una nave extraterrestre son los elementos que proveen un toque visual acorde a la importancia del grupo y la dimensión de cada fecha de la gira, que en realidad arrancó el 29 de febrero de 2020 y se interrumpió a la pocas semanas debido a la pandemia. Ahora retomará su vuelo internacional a partir de febrero, por estadios de todo el continente, aunque los insaciables fans ahora sueñan con un cierre en Buenos Aires.
Otro dato nada menor fue el sonido sencillamente perfecto, comandado por el legendario Adrián Taverna, todo un cuarto Soda en esta historia que arrancó hace casi 40 años atrás. Y la banda es otra muestra de impecabilidad, con Richard Coleman, Roly Ureta y Simón Bosio en guitarras, más Fabián Quintiero en teclados.
En cuanto a los cantantes invitados, el primero en sobresalir fue el propio Richard, que hizo el segundo tema de la lista, “Hombre al agua”. Después vino un tramo con figuras del rock latinoamericano, algunos no muy conocidos en Argentina, como León Larregui (de Zoé) y Alvaro Henríquez (de Los Tres), ambos desde las pantallas.
El primero invitado “en vivo” fue Rubén Albarrán, de Café Tacvba, que se animó a “Lo que sangra (La cúpula)” y desplegó todo su conocido histrionismo y caudal vocal. El sábado, de vuelta a las pantallas, Julieta Venegas hizo “Signos”, aunque el domingo estuvo en vivo. Enseguida subió Walas (de Massacre) para “Juego de seducción”.
Uno de los invitados más ovacionados fue Benito Cerati, que sobresalió con su versión de “Zoom”, seguido por un Adrián Dárgelos grabado (“Trátame suavemente”) y la colombiana Andrea Echeverri (de Aterciopelados) con “Pasos”, el sábado en vivo y el domingo en video.
La magnética presencia de Gustavo Cerati acaparó todas las miradas al hacer “En la ciudad de la furia”, y el difícil trance de sucederlo le tocó a Robi Draco Rosa, que sorteó el desafío con una fascinante lectura de “En remolinos”, mientras la nave de luces comenzaba a descender. Otra gran voz, poderosa y emotiva, fue la de Gustavo Santaolalla, ronroco en mano, sorprendiendo a todos con su “Cuando pase el temblor”.
Las luces bajaron tanto que parecían casi a rozar la cabeza de Charly cuando Gustavo cantó “Fue”, con todo su clima y fuerza. La mexicana Mon Laferte fue otra de las grandes sorpresas de la noche al hacer “Un millón de años luz”.
El tramo final fue con Fernando Ruiz Díaz (de Catupecu Machu y Vanthra) haciendo “Persiana americana”, y Juanes cantando “Prófugos”, ambos desde la virtualidad. Para los bises, Cerati hizo “Primavera 0” y el célebre Chris Martin hizo “De música ligera” (que alguna vez tocó con Coldplay en Argentina).
En la segundo y última (al menos por ahora) fecha en Buenos Aires, Zeta estuvo más suelto en sus intervenciones al micrófono, igual que Charly, que al final pidió que subieran –como en 1997- todos los integrantes del staff. Hubo palabras muy emotiva y el grito de la gente cuando dieron pie para exclamar “¡Gracias totales!”.
Tanto los artistas que estuvieron presentes como los que participaron en video colmaron de emociones a cada uno de los asistentes. La propuesta tecnológica con una pantalla LED de 400 metros cuadrados permitió revisitar momentos inéditos en la historia de la banda, acercó al público a los 15 artistas invitados y permitió volver a ver a Soda Stereo en el escenario junto a Gustavo Cerati.
Lista de temas:
- Sobredosis de TV – Gustavo Cerati
- Hombre al agua – Richard Coleman
- Disco eterno – León Larregui
- El rito – Álvaro Henríquez
- Lo que sangra (La cúpula) – Rubén Albarrán
- Signos – Julieta Venegas
- Juegos de seducción – Walas
- Zoom – Benito Cerati
- Trátame suavemente – Adrián Dárgelos
- Pasos – Andrea Echeverri
- En la ciudad de la furia – Gustavo Cerati
- En remolinos – Draco Rosa
- Cuando pase el temblor – Gustavo Santaolalla
- Fue – Gustavo Cerati
- Un millón de años luz – Mon Laferte
- Persiana americana – Fernando Ruiz Díaz
- Prófugos – Juanes
- Primavera 0 – Gustavo Cerati
- De música ligera – Chris Martin
La primera gira carbono neutral de Latinoamérica
Por otra parte, la gira Gracias Totales–Soda Stereo, junto al equipo de la Fundación R21, se propuso que los shows sean sustentables y amigables con el ambiente. A través de una serie de acciones compensarán la huella de carbono de todo el tour. Esto incluye: el transporte internacional y local de todo el staff, músicos, invitados y equipos técnicos; el transporte del público, los residuos que no se reciclan y toda la energía que utilizan en los recitales. Será la primera gira de esta magnitud en alcanzar este objetivo en Latinoamérica.
Esto se logrará a través de la plantación de árboles nativos y preservación de bosques en la Selva Misionera y los Bosques del Sur de la Patagonia, acción que tiene un impacto global y mejora la calidad ambiental de todo el planeta. El proyecto cuenta también con un valioso componente social, ya que involucra a poblaciones locales y jóvenes que se informan, concientizan y capacitan durante el proceso de plantación.
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