además incluirá numerosos objetos e imágenes relacionadas a esos años de vértigo. Estos bólidos son auténticas piezas de arte. Cada una de estas motos, concebidas de manera casi artesanal, tienen en su haber una historia de diseño y de éxito. Una por una, cada pieza recibió el mismo trato que se le da a una joya, sin importar que esa joya fuera una palanca de titanio o un engranaje lleno de grasa. Hay que tener en cuenta un elemento extra no menor que es la pasión. Pasión con la que cada moto fue pensada, construida y utilizada; pasión imprescindible para mantenerla como documento histórico, prodigio técnico y objeto estético. Cada modelo posee un sinnúmero de anécdotas, recuerdos, alegrías y tristezas que constituyen su historia o su leyenda, cada una de ellas ha marcado un hito importante en la saga del motociclismo mundial, cada una ha sido -y seguirá siendo- testigo y símbolo de su momento. Si bien hay dos motos con modelos tan extremos como pueden ser 1923 del 2007, la mayoría de las maquinas expuestas abarcan de los años ´70 a los ´90.
YAMAHA TZ 250 Kenny Roberts 1978
Con esta moto el norteamericano corrió en 1978 en campeonato mundial en la categoría de 250 cc, ganando varias carreras del calendario. Una de ellas fue el G.P de Venezuela. por esas vueltas de la vida, la bandera a cuadros que le bajaron ese día desde hace un tiempo forma parte de la Colección Scalise.
KAWASAKI KR 250 J.F Baldé 1981
Baldé gano con esta moto el G.P de la República Argentina en 1981, y quedo segundo en el campeonato mundial de ese año. Fue superado por su compañero de equipo Anton Mang, mostrando ambos una gran superioridad frente al resto de los equipos. Esta en la colección Scalise desde el año 2010, junto a mono de cuero, casco, guantes y botas del piloto Francés.
Sanvenero 125 Hugo Vigneti 1982
