La banda alemana pionera de la música electrónica volvió a presentarse en Buenos Aires ante un publico fervoroso y entregado que lo único que quería es escuchar los hits de la banda teutónica y capaz subir un poquito los Bpm´s (beats per minute) para bailar sin parar.
Kraftwerk había estrenado su show 3d en el Museo Moma de Nueva York en el 2012 y acaba de presentar un serie de recitales tocando sus discos enteros por fecha, en el Museo Gugenheim de Bilbao. Aunque su show lamentablemente es innegablemente muy solido, creo que hoy es más apto para un museo que un estadio.
Soy fan de Kraftwerk y tengo el máximo respeto por su carrera y discografía, pero no puedo negar que aunque su ultima presentación en Buenos aires en el Luna Park aunque me gustó, me dejó una sensación de incertidumbre mostrando que el tiempo ha pasado para la banda oriunda de la ciudad de Dusseldorf y en las epócas post Timewarp, ha sido atropellada por la tecnología (como por ejemplo los miles de camaras hd de los celulares del público) convirtiendo a Kraftwerk en #UnaPiezadeMuseo.
Aunque el show sigue siendo novedosa por su prolijidad y el respeto por su lenguaje retro futurista original, este cuarteto muestra su vanguardia rupturista que a fines de los setenta y años ochenta marco el pulso e influyó en lo que hoy conocemos como tecno, house, edm y música dance. Y las animaciones 3D se aprovecharon el máximo gracias a unos anteojos de papel que venían con la entrada y lograron merecidas ovaciones cuando la estación especial parecía caerse sobre el público o los brazos animatronicas de los robots parecía abrazar al festivo público porteño y hasta lograron los mayores aplausos al cerrar uno de sus temazos con el pin del google map en la bendita ciudad de Buenos Aires e insinuar el aterrizaje de un plato volador en la entrada del estadio Luna Park con un actual cartel del show Sep7imo Día de #SodaCique.
La velocidad de sus temas ha quedado un poco lenta para un público que quería constantemente subir el pitch de sus himnos, sin lograrlo, a base de aplausos y vitoreos. Juro haber escuchado unos atizbos house en el final del hit Tour de France y otros momentos me pareció ver chasquear los dedos a un bastante más panzón vocalista Ralf Hütter, fundador del grupo que aun realiza todas las voces vía vocoder y domina el grupo desde el lado izquierdo del escenario.
El show para los puristas y los que nos gusta Kraftwerk es un viaje al principio de todo y ayuda a las nuevas generaciones a entender de donde viene todo! Absolutamente todo. Así que si te lo perdiste espera unos años que en cualquier momento vuelven a un Museo cerca de tu casa!
Texto: Tuti Gianakis