Los kits Nike de las selecciones nacionales han sido diseñados con soluciones óptimas de refrigeración para proporcionarle a los atletas una ventaja en estas condiciones y ayudarlos a mantener la calma frente a la presión del escenario mundial.
En junio y julio, el fútbol en Brasil promete temperaturas de 25°C (77°F) con al menos 10 partidos empujando los 30°C (86°F). Para los atletas que juegan partidos de 90 minutos en estas condiciones, mantenerse frescos es crucial para optimizar sus rendimientos.