Miles de personas alentaron esta mañana a los competidores en el inicio de la primera etapa, con meta en la cumbre de Gaisberg, a 1,6 kms. de distancia y unos 1288 metros sobre el nivel del mar. Y fue el brasileño Richard Pethigal el primero en alcanzarla, mientras el resto aún evolucionaba en círculos sobre el valle, impulsados por las corrientes térmicas del verano septentrional que los elevaban en algunos casos hasta los dos mil metros.
Pero a momento en que se envía este despacho, el grueso de los competidores se encaminaba ya al segundo waypoint reglamentario (la cumbre del Dachstein, 3798 msnm, el pico más alto de Austria), viéndose como motas en el horizonte veraniego. Pero con el caer de la noche las corrientes térmicas, imprescindibles para sustentar el parapente en el aire, se vuelven más caprichosas, y eran varios los que se veían obligados a avanzar a pie en busca de la siguiente cima, aunque sin que por el momento se marquen grandes diferencias en distancias netas.
En este contexto, el argentino Martín Romero avanzaba unos 15 kms detrás del puntero, mientras que el último, el suizo Martin Müller, lo hacía a 21 kms.
Se estima que el vencedor necesitará entre diez y quince días para completar el recorrido, dependiendo de las condiciones climáticas. El récord vigente en esta prueba, que se disputa cada dos años, fue marcado en la última edición (2009), cuando el debutante Christian Maurer (Suiza) descendió en el primer lugar frente a la playa de Montecarlo marcado un tiempo de sólo 9 días 23 horas y 54 minutos.
