Mientras tanto el puntero, el suizo Christian Maurer, parece inalcanzable, y vuela su parapente hacia la cumbre del Matterhorn (Suiza), sexto punto a tocar obligatoriamente (ver abajo). Pero es el único en esta avanzada etapa, ya que ninguno de los demás competidores ha alcanzado aún el quinto waypoint, el Piz Palü, y son ya siete los que han abandonado definitivamente esta quinta edición del Red Bull X-Alps, la prueba más extrema del continente europeo, que se realiza cada dos años, recorriendo los Alpes de extremo a extremo, desde Salzburgo (Austria) hasta Mónaco, en parapente o a pie.
Hoy, además, se vivieron uno de los momentos más tensos de la prueba hasta el momento, cuando el francés Vincent Sprüngli se precipitó sobre un grupo de árboles tras colisionar con su parapente con unos cables tendidos a gran altura. Aunque Sprüngli alcanzó a accionar el dispositivo su paracaídas auxiliar, éste no alcanzó a desplegarse a tiempo, y cayó finalmente entre las ramas, y aunque afortunadamente no sufrió heridas de consideración, se encuentra fuera de competencia.
Se espera también que hoy se produzcan importantes cambios en las posiciones, ya que el excelente tiempo que se registra en esa región de las Dolomitas (Alpes Orientales) está siendo aprovechado para desplegar los parapentes, y más de la mitad de los competidores se encuentra literalmente en el aire, impulsados por las corrientes térmicas del verano septentrional.
De acuerdo a las cuatro ediciones anteriores de Red Bull X-Alps, se estima que el vencedor necesitará entre diez y quince días para completar el recorrido, dependiendo de las condiciones climáticas. El récord vigente fue marcado en la última edición, precisamente por quien hoy avanza en el primer puesto, Christian Maurer (Suiza) que logró la victoria de 2009 con un tiempo de sólo 9 días 23 horas y 54 minutos.