El futuro es prometedor. Sin duda las dos noches de Skrillex en Argentina, una junto a Bassnectar y la otra en filoso tándem con Bad Boy Orange, el embajador local de los ritmos quebrados, fueron mucho más que una cumbre de la Bass Culture.
Con dos llenos completos –unas 1700 personas cada día-, afirmaron que las nuevas vertientes sonoras cuyo trono ostentan Dubstep y Drum & Bass, ya poseen un ferviente público seguidor y no se trata de una simple corriente musical hipster. El momento más esperado llegó con el jóven talento de 24 años, artista post emocore devenido en estrella Dubstep de la EDM global, más conocido como Skrillex, quien alcanzó la cabina rodeado de roaddogs uniformados en atuendo de larga barba, camiseta, jean y zapatos marrones (!?). Desde el primer track arrasó la pista con el público entregado a su música, una “suave” mezcla en clave Dubstep, Electro, Drumstep, Drum & Bass y Bass Music, en su mayoría con temas propios y versiones de sus hits o remixes como el de Cinema de Benny Benassi que todos cantaron y contornearon. Sólo acompañado de un VJ –quien bombardeó pupilas con memes de internet, bottys y paisajes industriales-, el joven Dj y productor puso al público en la palma de su mano, incluso provocando ondulaciones que los bailarines respondían al compás de la música. El cierre de la primer y memorable jornada fue con el propio Bad Boy Orange, cuyo puntapié del disparate sonoro que lo caracteriza fue el dubplate de “Feeling Good” de Mooqee, con la voz de Nina Simone, en remix de Tantrum Desire. Si había alguien emocionado por la circunstancia fue el propio Naranja, mentor de la hoy +160 Bass Culture, quien desde hace una década cabalga estos ritmos todas las noches de martes, y a punto de viajar a Austria a tocar en el Spring Fest junto a R3ender en las pantallas, comentó de las noches con Skrillex que “tanto él como por mi parte, quedamos impresionados con la respuesta del público. En el segundo show, Skrillex hasta salió con la bandera Argentina. Hay un gran entusiasmo de su parte, quiere volver al país tras concluir la producción de su primer disco e incluso quiere hacer su propia carpa en un festival. Está en su momento, creo que puede, lo que él quiere es estar con la gente”.
Bad Boy Orange
FOTO: Romi Duarte